Una invitación a
flotar, a excluirme del mundo terrenal en el que estamos como marionetas, como
entes sin iniciativa propia.
Tenemos momentos en que tenemos sutiles suspiros de llevar a cabo lo que en
verdad se desea; deseos que día a día aumentan llenos de fervor.
Existimos en un
mundo en el que ya no basta decir un par de letras para conquistar un corazón,
ya no alcanzan los soñadores, ni los poetas para hacer de este mundo un lugar
apacible y extasiado de vida.
Ya no bastan los
suspiros para darle vida a los corazones devastados.
Ya no bastan las canciones, porque ya nadie desea escucharlas.
Ya no bastan las canciones, porque ya nadie desea escucharlas.
Ya no basta abrir
el pensamiento cuando los deseos están pasivos, temerosos.
Ya no bastan las lágrimas para limpiar el mundo.
Ya no hay héroes que busquen salvar el mundo, su mundo.
Ya no bastan las lágrimas para limpiar el mundo.
Ya no hay héroes que busquen salvar el mundo, su mundo.
Ya las miradas no
expresan nada más que temor de liberar lo que en su interior esconden.
Por eso esta
noche me decidí a erguir la pluma, afinar la inspiración, hablar con el
corazón, ya cansados de la mediocridad, el miedo, la soledad infinita, esta
noche, este corto tiempo; busco hipnotizar tus sentidos, hacerlos vibrar con un
par de letras, hacerte amar lo que tienes, pelear por lo que deseas y aferrarte
a tus sueños, lucha por ellos, por ti y la necesidad de decirle al mundo que
los sueños siguen brillando en medio de la oscuridad de esta sorda, seca y
oscura realidad.
Te hago a ti, la
invitación de lanzarte a la vida, de minimizar el miedo de tropezar, de ser
juzgado, criticado y atacado, por querer jugar con los dados, mover el destino,
olvidar la falta de pasión, la indiferencia de lo que acontece a tu alrededor y
sólo verlo pasar.
Deja atrás la mediocridad y la comodidad de sólo quejarte.
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