5 de diciembre de 2012

A pesar que nunca leerás esto...

Siendo tú quien nunca leerá todo lo que podría escribir por ti, para bien o para mal, siempre sigues siendo la musa de este pobre soñador...

¡Jajajaja! Reía yo siendo el maldito demente atrapado en el manicomio de la habitación del presente. 


No importa cuanto te piense, cuanto te anhele ahora más que nunca está claro que en cada paso y está nueva ventana para fotografiar la vida, admirar todo lo que pudo ser creado en tu compañía y sólo tenemos el cuadro de la herida olvidada.

Heme aquí escribiendo por ti, con dolor y destrozando el ego que me llevo a alejarte de mi lado. Ahora no solo te pienso, eres inspiración y motivo de la perla que ahora albergo en mi pecho sin que tu sepas de este sentir.

Te libero de mí, de todos mis males, de mi mal genio. De esos días donde puedo más que seguir con tu recuerdo, del odio de mi cumpleaños, de no saber de como regalarte algo que no se pierda en el pasado y lo añores por todo el año para amarlo el doble al recordarlo.

Te libero de mi desengaño, de tu karma, de está contradicción que presento.

Te libero de mis llamadas que te saben a autocompasión, de mis enredos, de mi mal aspecto, de mi mal gusto al comprarme la ropa, de mi cabello mal peinado...

Te dejo libre para que me dejes, sabiendo que no me quieres más a tu lado a pesar de que verás lejos y cada día me quieras menos.

Duele en el alma, golpea mi corazón y daña todo lo bueno que podías ver en mi que se redujo a la nada.

Duele como el infierno, quema como el hielo esta necesidad de ti y liberarte por que a pesar de todo no puedo dejar de amarte y -por eso mismo- debo liberarte...

Te amo y debo dejarte ir a ese camino que tu deseas. Sólo espero algún día me dejes contigo estar contemplando un ocaso y meditar en la luna llena para dormir después de un trago... Sólo algún día.