6 de abril de 2012

Realmente no deseo la canción...


La motivación de deseos corrompidos, olvidar quizás es lo más difícil que podría cualquiera intentar... Improviso una vez más.

-¡Eres uno de esos errores que se formo humano por una divinidad! ¡Llorando sobre el desecho de la piel de todo mi cariño!


Estoy consiente de como duele esto... Deseo me dejes entrar, aun que se que se necesita tiempo. Necesitamos el tiempo.
Ahora estoy destrozado, estoy afuera de tu puerta con una suma de kilometros y el lago que he creado separandonos. Tu puedes ayudarme a secar ese lago... Estoy tratando de salvar nuestro roto jardín.


-¿Aun que no me gustes más?


¡Estas mintiendo!


-Dame una canción para decir adiós...


No la tengo, tu eres quien ponía el soundtrack de mi vida...


-¡Y tu quien me hizo llorar con la voz que me enloquecía!


Eres hija de la Madre Naturaleza, guardiana relegada y musa en mi corazón... Alguien de quien siempre me pude enamorar y lo hice.


-Tu aguja, tu daño hecho...


Deja una torcedura cruel del destino, tomemos nuestras manos. ¡Podemos superarlo!


-Ahora estoy tratando de levantarte... deja que la arena corra un poco. No me tires desde el cielo líquido...


No lo haré... Sino acabaremos lo nuestro y todo será una canción triste para decir adiós.


¿Qué es al final darse el tiempo correcto?

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