“Andaré este largo camino, este camino tan largo, hasta el final, hasta el final del corazón, andaré este camino largo, largo, largo...”
-Mahmud Darwish
Sin urgencia, me dispongo a pensar, sé que en todos
los caminos te encontraré, pero quiero que sea el camino que más disfrute. Ya
no quiero más cosas temporales y vanas. No quiero comprender el camino, quiero
disfrutarlo, amarlo, sufrirlo, sentirlo parte de mi.
Quiero llegar al
fin y saber que elegí lo correcto, que a pesar de los errores éstos me hicieron
llegar a lo que soy; quiero saber que no hay lucha más grande que el de lograr
y alcanzar mis sueños, quiero saber que al final del camino supe elegir el
sendero que llenó mi vida de lágrimas, de sonrisas, de amor, de placer.
Escoger el
sendero que me haga rogar un poco más de tiempo, para sentir su placer, su
éxtasis, sentir el cielo en mis pies, creer que el reloj no se desgasto, sino
que avanzó a mi favor, que ya no soy la misma tonta del pasado que disfrutaba
del reconocimiento de otros para sentirse extasiada de si misma, quiero seguir
en el camino en el cuál me observo al espejo y me encuentro llena de sueños, de
ilusiones, de deseos de seguir soñando.
Nuestros caminos,
son lienzos en blanco, deseosos de ser escritos por nosotros, con sueños que
recorrer, tiempos que detener, personas por amar y odiar, hacernos un verso en
el camino de otro, hacernos canción entre líneas.
Sin embargo, este
camino no sería nada sin alguien con quién compartirlo y engrandecerlo, no
quiero personas que escriban mi vida por mi, quiero personas que me ayuden a
escribir una mejor historia.
Pero quiero que
esta historia, tenga un coprotagonista, que comparta mis sueños, que me ayude a
asimilar que no sé a donde llegaré, pero sé que lo haré. Tal vez, sólo tal vez,
ése alguien llego a mi camino para no fusionarlos, sino compartir uno del otro.
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