4 de febrero de 2011

¡Ya no más café! [PARTE 3.3]

No me queda más que decir, ha sido mucho tiempo de retraso y aun que siento que no esta completamente como me agrada, he aquí el final de esta historia, espero sea de tu agrado y sino, que te desagrade lo suficiente.
Antes de seguir leyendo debes leer PARTE 3.1 , PARTE 3.2 y claro las partes anteriores.
Al llegar a la entrada del edificio ella dejo de relatar le invite a pasar con una seña hacia el interior y ella paso buscándome con la mirada. Subí las escaleras hasta llegar a mi apartamento, ella solo me seguía en silencio. Abrí suavemente la puerta y empujándola señale hacia adentro para que ella pasara.

Ponte cómoda. ¿Gustas algo de tomar o comer? – ella solo se encamino a al sofá más grande y se acomodo sentándose sobre una pierna suya y quitándose la chamarra. Camine a la cocina y me serví un vaso con agua repitiendo si se le ofrecía algo, ella dijo desde lejos sólo un seco no.

Me senté a su lado pero viéndole de frente, buscaba la mirada de esos grandes ojos. Ella evitaba mi mirada dando vueltas por la sala…

Entonces, te invite el frapuccino… ¿Y? – le dije mientras dejaba mi vaso vacío en la mesa de centro. Ella volteo a verme con ese gesto retador y pasando a torcer la boca tan solo un poco.

Por un largo rato bebíamos el café y platicábamos, la música que nos gustaba, lo que hacíamos para vivir y cosas que hacemos en el tiempo libre. Nos estábamos conociendo – me decía mientras se movía en el sofá como si buscara una posición más cómoda – salimos del café yo con ganas de irme a mi casa, no te di mi número telefónico ni nada por el estilo, fue cuando salimos que ya iba a cruzar la calle y con fuerza ja… agresiva quiero pensar, recuerdo que desperté con la sensación de ese apretón en mi brazo, me detuviste y sonriendo con cara de perdedor masturbado me pediste que esperara…

Al escuchar “perdedor masturbado” me dio tanta gracia que reí y ella aguanto su risa con un tosido.
Sí, bueno – continúo – me dijiste que no me fuera aún que si quería ir a otro lado contigo como a comer algo o algo así, yo con aires de niña pedante te respondí que no y jale mi brazo, creo como para que me insistieras. Me viste y sonreíste con un tono burlón o sarcástico y me diste una tarjeta con tu e-mail y tu celular y dijiste “Ojalá llames” y te vi caminando por la calle hasta que diste vuelta en una esquina…

¿No tienes cerveza o algo así? Cuando salí con mis amigos íbamos a un bar y acabamos en un café por dos de las novias de ellos que no querían ir a ese bar – interrumpió su relato de su sueño mientras se acomodaba el cabello – y me quede con las ganas de algo de alcohol.

Sonreí y sin decir nada me pare hacia la cocina, desde ahí le mencione que sólo tenía un poco de whiskey. Lo lleve a la mesa del centro junto con los vasos con hielo. Le serví a la medida que ella me dijo, sencillo y con agua. Yo lo serví doble.

Bebió un poco y continúo – no recuerdo más de ahí, se supone que después no te llame ni nada hasta un domingo que estaba de flojera tenía ganas de salir y nadie estaba disponible, fue cuando encontré tu dichosa tarjetita y pues pensé mucho en llamarte pero al final te marque…

Toda estúpida al escuchar tu tan mamón “diga” colgué el teléfono, ahí volviste a marcar y dijiste “Hola M… ¿Qué se te ofrece?” y te imagine con esa maldita sonrisa tan burlona que molesta me hice la loca y la plática salió hasta que mencionaste lo de salir diciendo “¿Por qué no nos vemos, puedes hoy o tienes cosas que hacer?

Me resistí un poco pero al final te pregunte que a donde iríamos, de ahí no recuerdo mucho de la salida – continuaba de forma rápida como queriendo terminar - sólo que hablábamos en una casa de alguien… Por eso, creo, acepte a venir.

Ahí es cuando se hizo el silencio presente y no bajaba mi mirada, me gustaba verle. En un instante se levanto y agarro su chamarra…

¿Te vas? ¿Por qué?

Esto es algo estúpido – me decía con un tono algo molesto y tratando de alejarse de mi tratando de detenerle – sólo te me hiciste algo familiar pero el sueño es completamente distinto, sólo lo he tenido y fue coincidencia que te me hicieras familiar… Bueno, ya…, me voy.

¿Eres así de absurda todo el tiempo? – ella volteo a verme algo molesta mientras yo me sentaba de nuevo en el sillón – Son las tres de la mañana, más o menos, sólo que tu eres la representación de alguien con quien he soñado o por lo menos eso creo… Bueno, creo que yo estoy más seguro que tu.

Tomare un taxi…

Claro, porque en esta ciudad una chica linda a las tres de la mañana puede viajar sin ningún problema… - la tome con fuerza y cargue hasta el sillón – Se que es muy pronto para pedirte algo, pero deberías quedarte aquí esta noche, yo dormiré en el sillón y tu puedes dormir en mi cama. Acabo de cambiar el juego de sábanas y es cómoda.

Torció la boca pero después de un largo rato de estar discutiendo sobre lo mismo, acepto, bebimos un whiskey más en silencio. Le mostré la habitación y me agradeció, se recostó y cuando me disponía a salir de la habitación con una almohada y una cobija en mano dijo “No me dijiste todo tu sueño, ¿verdad?” le respondí “Tú tampoco lo hiciste…” y salí de la habitación.

Me senté en el sillón y atrás de mí venía M… y con un tono autoritario me exigía que le contara todo el sueño.

¿Por qué he de contarte todo el sueño cuando yo soy el más convencido de que tú eres la que en mis sueños apareció? – Le dije alzando un poco mi voz – En ese caso, cuéntame lo que falta que me cuentes…

No, cuéntamelo tu – en ese momento se sentó sobre el sillón y jalo mi almohada – No tengo que ser yo primero, anda, dime que más paso en tu dichoso sueño.

Los invitados primero…

Estuvimos un rato más discutiendo de eso hasta que me recosté casi en sus piernas estirándome a lo largo de lo que sobraba del sillón…

Eres un tipo odioso… – dijo mientras me golpeo la frente con la palma de su mano y yo sólo me reí un momento – El caso es que seguía molesta contigo pero fuimos al cine… la verdad no recuerdo mucho, en el cine tomaste mi mano y me sonreíste… bueno de inmediato me moví a la otra butaca y tú te reíste, la película siguió unos momentos y yo de reojo te veía en la misma butaca. Hasta que me distraje un momento y fuiste en friega, me giraste la cara y me diste un beso sólo para regresar a una butaca de mí.

Ahg… Sabes que, esto es una estupidez… – se paró de un salto y fue al cuarto cerrando la puerta. -  ¡Ni estoy segura que tú seas el del sueño!

Entre atrás de ella en cuanto intentaba cerrar la puerta, se hizo la desentendida y se acostó en la cama.

Vine aquí pensando que eras él todo por tu cuentito… Pero creo que me equivoque.

Igual y no soy el tipo del sueño - le decía mientras me sentaba a lado de ella en la cama – Pero de algo estoy seguro, tú tienes todo ese parecido con la chica de mi sueño. Igual aún que te molestes y, bueno, sé que no soy lo que esperabas… es grato tenerte aquí.

Sentado a su lado y ella sentada frente a mí estuvimos un rato, esquivándonos las miradas y a la vez buscando mantenerlas el mayor tiempo posible… Hasta que el sol se colaba entre las persianas, en ese instante ella se levanto, abrió por completo la persiana y dijo – Suficiente, por lo menos no eres un depravado… - Y comenzó a caminar hacia la puerta de la habitación.

Me apresure y la tome del brazo con fuerza jalándola hacia mí y le sin pensarlo más le di un beso suave en los labios, fue algo rápido y repentino. Le solté y carraspee un poco – Te acompaño a la puerta… - le dije señalando la puerta.

Me veía fijamente y en un solo movimiento me abofeteo con una fuerza, sólo para que después me jalara hacia ella por la camisa y me besara fuertemente. Ahí, no me pude detener como antes y seguí el beso, cada vez aumentando más y más mis caricias con los labios y mi lengua contra su dulce boca.

Todo fue de un golpe, todo fue como esa bofetada… por lo menos hasta que dije – Y vamos por la felicidad – Ella sonrió mientras alzaba los brazos para que pudiese quitarle su blusa, así como riéndose quitándome la mía.

No tienes que saberlo todo, sólo ten por seguro que de la forma más sutil pero perdurando con esa marca que deja el dolor mis dientes no sólo hicieron carreteras, sino que construí toda una vialidad en una ciudad… Resanando cada parte de esta con mí saliva…

Mis manos se atraían a su cuerpo sin freno alguno buscando sólo sentirla por completo, empaparme de ese sueño que sólo llegue a creer que eran arenas de Morfeo.

Casi al medio día después de la explosión donde los deseos buscaban el holocausto, sin decir nada, nos veíamos sentados con el atuendo de la felicidad puesto cuál uniforme. Me sonrió y con delicadeza le ayude a vestirse y ella a mi…

Y bueno, que más… Ahí en la tarde a pleno rayo de luz caminamos por la calle, pasamos el café y en la esquina fue cuando con la mirada baja sonrió. Se dio la vuelta y comenzó a caminar lejos de mí, ahí le grite “¡Y no soy un sueño!” giro, me regalo otra sonrisa y con su mano se despidió de mi.

Eso fue todo, amigo.

No me jodas… y todo en una noche. Increíble… ¡Ey, dos vodkas más por favor! ¿Si quieres más, cierto?

Asentí con la cabeza para después beber lo que quedaba en mi vaso de vodka y comenzamos a cantar…

Sometimes is all the time,
and never means maybe,
sometimes is all the time,
maybe and I'm moving on...
And I'm moving on,
(sometimes I feel alone)
and I'm moving on,
and I'm moving on...

Qué buena rola… - decía mientras movía mi cabeza suavemente - Y total, es todo en lo que he pensado…